Cómo creer una mentira sin ser descubierto

Mira los ojos del interlocutor. Luego cierra los tuyos por dos segundos y ábrelos mientras inclinas la cabeza hacia la derecha (nunca a la izquierda, pensará que dudas) haz un gesto con la boca cerrada: muerde el labio inferior sin desprenderlo del superior, con eso parecerás convencido y de paso contraes las ganas de maltratar a quien miente. Cuando la mentira sea una obra acabada respira profundo y golpea fraternalmente cualquiera de los hombros del interlocutor. De ahí en adelante patentas un nuevo módulo en el arte de la mentira. No olvides imprimirle tu estilo personal (efecto verosímil). Así pues, usando la mentira (no mintiendo), tendrás un recurso más para atender tus asuntos personales y/o profesionales.

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