Apóstol

Arte por el arte es soñarte en mi insomnio.

Sueño tus pupilas curiosas dirigiéndose a mi pecho,

tus manos educando la certeza de lo tangible.

Sueño también:

Mi fidelidad a esta distancia, por la imposibilidad de la ruptura y no por convicción.

La eternidad se materializa en el espacio y preciso es mitigarla:

danza, vino, olvido, ficción.

Esmeraldas apocalípticas anuncian la miseria de mis versos,

esmeraldas que nada saben de escafandras.


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