CUADROS (Narración de archivo de video encontrado en un teléfono)
Sobre hojas recicladas dispersas en una fiesta familiar.
Primera copa (Gintonic)
¿Te parecería diferente si me siento en el parque a cagar carne cruda? Espabila muchacho, para ser diferente no tienes que estar pendiente de los demás para copiarlos si no que tienes que evitar que los demás estén pendientes de ti para imitarte (el muchacho se aleja).
Tercera copa (otro Gintonic, solo en una silla)
Ya estoy mamado de salir a la calle y no poder ignorar a la gente porque quiero, porque estoy distraído, porque sí. ¡La puta madre! El precio de que unos pocos admiren mis cuadros es que muchos copien esa admiración y ni ¡Puta madre! de observarlos y luego crean que les debo pleitesía como si mi pintura tuviese que agradecerle a sus peticiones pendejas: una foto aquí, una tonta entrevista sin fundamentos allá, una aparición en un programa de “variedades” y otras tantas pendejadas.
Lo peor es que en todas esas ocasiones más me encabrono porque siento que nada les debo y eso hace que toda esa fama provinciana incremente. Me disuaden para que ofrezca disculpas como si no hubiese estado convencido de que quería mandarlos a todos a la grandísima mierda.
Décima copa (cerveza, el muchacho lo acompaña otra vez)
Chico, “La belleza es esa parte de lo terrible que aún podemos soportar”. Que hayan notado que mis cuadros son buenos es la peor mierda que me ha podido pasar, no perdón, que yo los haya firmado ha sido la gran pendejada, debí haber pedido dinero para donarles los derecho de autor y cualquiera de esos que disfrutan maquillarse para aparecer en televisión se los hubiese adjudicado.
Es tanta mierda que ya ni me preocupa que me digan maricón. Que me guste coger con hombres y mujeres parece haber relegado el motivo por el que me hice “famoso”, me siento tan culpable de que eso contribuya con tanta algarabía que tengo tiempo sin hacerme una paja. Pensé que estaba desequilibrado hasta que llegó esta gente. Desequilibrio es que te falte una de las partes y a esta gente le falta vida propia o se la construyen jodiendo la de los demás, no sé, ya me tienen jodido y hasta con mis inclinaciones suicidas han acabado. Nada más pensar todas las mierdas que dirán para banalizar mi muerte me hincha el ego hasta la inmortalidad.
Diecisieteava copa (ron del vaso de alguien que duerme en el suelo)
(Lo huele, se marea, se vomita sobre el borracho dormido, le lanza unos billetes, se va dando traspiés.)
Primera copa (Gintonic)
¿Te parecería diferente si me siento en el parque a cagar carne cruda? Espabila muchacho, para ser diferente no tienes que estar pendiente de los demás para copiarlos si no que tienes que evitar que los demás estén pendientes de ti para imitarte (el muchacho se aleja).
Tercera copa (otro Gintonic, solo en una silla)
Ya estoy mamado de salir a la calle y no poder ignorar a la gente porque quiero, porque estoy distraído, porque sí. ¡La puta madre! El precio de que unos pocos admiren mis cuadros es que muchos copien esa admiración y ni ¡Puta madre! de observarlos y luego crean que les debo pleitesía como si mi pintura tuviese que agradecerle a sus peticiones pendejas: una foto aquí, una tonta entrevista sin fundamentos allá, una aparición en un programa de “variedades” y otras tantas pendejadas.
Lo peor es que en todas esas ocasiones más me encabrono porque siento que nada les debo y eso hace que toda esa fama provinciana incremente. Me disuaden para que ofrezca disculpas como si no hubiese estado convencido de que quería mandarlos a todos a la grandísima mierda.
Décima copa (cerveza, el muchacho lo acompaña otra vez)
Chico, “La belleza es esa parte de lo terrible que aún podemos soportar”. Que hayan notado que mis cuadros son buenos es la peor mierda que me ha podido pasar, no perdón, que yo los haya firmado ha sido la gran pendejada, debí haber pedido dinero para donarles los derecho de autor y cualquiera de esos que disfrutan maquillarse para aparecer en televisión se los hubiese adjudicado.
Es tanta mierda que ya ni me preocupa que me digan maricón. Que me guste coger con hombres y mujeres parece haber relegado el motivo por el que me hice “famoso”, me siento tan culpable de que eso contribuya con tanta algarabía que tengo tiempo sin hacerme una paja. Pensé que estaba desequilibrado hasta que llegó esta gente. Desequilibrio es que te falte una de las partes y a esta gente le falta vida propia o se la construyen jodiendo la de los demás, no sé, ya me tienen jodido y hasta con mis inclinaciones suicidas han acabado. Nada más pensar todas las mierdas que dirán para banalizar mi muerte me hincha el ego hasta la inmortalidad.
Diecisieteava copa (ron del vaso de alguien que duerme en el suelo)
(Lo huele, se marea, se vomita sobre el borracho dormido, le lanza unos billetes, se va dando traspiés.)
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