BUFANDA
Limpió el vómito con su bufanda,
pero no contó con el frío que en la noche haría mella en su resistencia. Para
algunos era repugnante saludarlo y percibir el olor a restos de carne molida y
jugos gástricos. No decía nada, le avergonzaba al principio pero al final
disfrutaba ver que tan tolerantes podían ser con él. Los que tantos lo amaban
debían entender que también estaba constituido por una escatología. Observaba
sus reacciones buscando quién podía ser más tolerante, menos hipócrita. No les
exigía ni lo uno ni lo otro, sabía que a la humanidad la conformaba la
capacidad de ocultar. Pretender la honestidad absoluta es deshumanizar. Sin
embargo, había una persona que intentaba ese tipo de deshumanización, la rubia
baja, regordeta de la que se había enamorado y por la que había bebido hasta
las náuseas.
Jazmín era presa de su propia
exigencia, pedía honestidad pero no lograba tolerarla. La verdad como
representación de la verdad es intolerable. Algunas veces ni ella misma
toleraba ser tan honesta, podía ser cruel, indiscreta o antipática, y no siempre
le despreocupaba lo que de ella pensaran.
Sin embargo, era ella con su imperfección quien lograba
ofrecerle el espejo a su miseria humana. Algo que no le importaba antes de
ella. La necesitaba en ese instante, necesitaba ver su rostro cuando percibiera
el fétido olor de su nuca, cuando le preguntara por qué carajos olía así, dónde
estaba y para dónde iba. Entre lo pragmático y lo existencial Jazmín había
adquirido un sentido rizomático en su vida; en cada una de sus ocupaciones ella
lograba llenar un espacio con pertinencia pero ese día no estaba, ese día ella
había decidido creer que su negligencia con las demostraciones de afecto se
traducían en una ausencia de amor. Jazmín desde cualquier lugar nocturno sola
con un acompañante de bufanda gris, muestra una sonrisa sarcástica. Era eso o
la apariencia de eso en la fotografía que había llegado adjunta a un: “Estoy
bien” como respuesta a un sms donde él manifestaba preocupación. Caminaba y se
preguntaba qué olor percibiría Jazmín en aquella bufanda tan cercana. Quizá ya
no esté tan molesta, quizá llegue hoy a casa, ella me ama, también pensó.
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