Braulio el bilingüe
Without of you I’m nothing tarareaba con dificultad la canción que
le había enseñado a su mascota, ambos desconocían el significado de la letra,
la melodía lo transportaba a él y probablemente a su loro lo entretenía. No
había experimentado una pérdida, Braulio había sido una buena compañía, la
ausencia de reproches y quejas de su parte lo convirtieron en un loro
irremplazable. Su plumaje aún conservaba bonita coloración tres días después de
su muerte, pero por mandato materno debió ser enterrado. Con la jaula sin huésped y
el silencio aberrante en una habitación que siempre estuvo llena de palabras
racionalizadas o no, sintió el vacío del que hablaba su madre en su historia
amorosa, un vacío imperante refugiado en el vómito, la falta de apetito y de
voluntad. Se había enfermado de tristeza. Eran nueve años de existencia
ininterrumpida sin conocer la angustia. La piel de Braulio tocó directamente la
tierra mientras sus plumas adornaban la frente infantil con labios ávidos de
bocanadas de aire para respirar en medio de los sollozos y la viscosidad nasal.
Su madre en casa esperaba anular esa tristeza con Jules, el nuevo dálmata de Amazon por trescientos dólares.
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