XOXO

Le deseó que las cosas fuesen fáciles para él, pero era un hombre feo, y para los hombres feos nada es fácil, por eso algunos se hacen ricos. Él no.

Un par de días antes suavizó la situación, o eso creyó, con un tuit de esos en los que no se hace mención a nadie para promover la confusión, especialmente la del aludido: “Debemos terminar, lo nuestro es una relación enfermiza y contra eso no tengo nada, pero implica que la relación se extienda más de lo previsto y me niego a ese tipo de estabilidad”.  Notó que le sobraban treinta y nueve caracteres, publicó: “Lo nuestro es una relación enfermiza y me niego a ese tipo de estabilidad”. 

Un par de días después tuiteó frente al espejo: “En mi cuerpo cualquier trapo barato se ve caro”. Un tal @Pontifex le respondió “Y viceversa”. Lo bloqueó.

La ruptura le había afectado poco, las lecturas de Fresán siempre le colaboraban en la superación personal.

Miró el teléfono, el porcentaje de batería, se despidió de su amiga y se dirigió a la dirección que le indicaba un Alexis Toro, cuya foto de perfil mostraba una calavera tatuada en la pantorrilla izquierda que podía exhibir sentado sobre una enorme camioneta roja mientras se sostenía el mentón haciendo una “V” con el índice y el pulgar derecho. Repasó unas páginas. Caminó. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Se lee Chocho.

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